NABUCCO
G.Verdi
o
Personajes
- Nabucodonosor — Rey de
Asiria — barítono
- Zacarías — Pontífice Hebreo — bajo
- Abigaille — Hijastra de Nabucodonosor
— soprano
- Fenena — Hija de Nabucodonosor —
mezzosoprano
- Ismael — General Hebreo — tenor
- Abdallo — Ministro de Nabucodonosor
— tenor
- Sumo Sacerdote —
Pontífice del Dios Baal — bajo
- Ana — Hermana de Zacarías — soprano
o
Argumento
La acción tiene lugar en Jerusalén y Babilonia en el año 560 A.C.
Antecedentes
Durante la precaria paz del pueblo de Israel con sus vecinos, Ismaele fue
embajador en Nínive, donde despertó sin querer el posesivo amor de la hija del
rey Nabuccodonosor, Abigaille. Pero Ismaele se enamoró de la otra hija, Fenena,
que al volver a Israel se fue con él y reside ahora en Jerusalén. Mientras
tanto Nabuccodonosor se pone en marcha con sus tropas para invadir el minúsculo
reino de Israel. Los israelitas ven como los babilonios (
asirios en el
libreto original) se acercan a Jerusalén y se reúnen temerosos en el templo.
Zaccaria cree tener a mano la solución para evitar la invasión: en cuanto
llegue Nabucco, amenazará la vida de Fenena con un puñal, y obligará así al
babilonio a retroceder.
Jerusalén
Zaccaria conforta a los israelitas: está convencido de tener en la mano la
solución a la invasión. Hace venir a Fenena y la conserva junto a él para
negociar la evacuación de los babilonios si llegan a presentarse. De hecho,
Zaccaria conforta a los israelitas, en la seguridad de que tiene un arma
secreta infalible, y deja a Fenena al cuidado de Ismaele, que la ama. Llegan,
en efecto, los babilonios, precedidos por la agresiva Abigaille, que ha llegado
en busca de Ismaele, al que ama. Pero éste ama a Fenena y no quiere entablar
relaciones con Abigaille, cosa que despierta el furor de la violenta amazona.
Entra entonces Nabucco en el templo de Jerusalén. Zaccaria intenta poner en
práctica su plan, amenazando la vida de Fenena con un puñal. Pero mal
advertido, Ismaele le quita el puñal al sacerdote porque ama a Fenena. Zaccaria
ha perdido su baza y los babilonios ocupan, en efecto, el templo. El orgullo de
Nabucco lo lleva a exigir que los judíos le rindan honores, proclamándose dios;
al punto, un rayo celeste lo derriba y le hace perder la corona: Abigaille, que
no pierde detalle, la recoge. Los restantes israelitas miran con desprecio a
Ismaele, a quien consideran un traidor.
El malvado o el incrédulo
Abigaille ha encontrado un documento que afirma que sus orígenes no son
reales: ella es la hija de Nabucco y de una esclava. Como Nabucco ha nombrado
regente a Fenena, Abigaille se enfurece: hace acudir a un Nabucco temeroso y le
enseña el documento, que rompe en su cara.
Llega el Gran Sacerdote de Baal y Abigaille cierra un pacto con él para
eliminar a los judíos, y de paso cualquier oposición de Nabucco, que es
formalmente depuesto. Babilonia tendrá sólo una reina, Abigaille.
Zaccaria va a buscar el apoyo de Fenena, a quien confía en convertir a la fe
de Israel. Zaccaria, Anna y Fenena entran en la sala: Anna anuncia su
conversión. Pero Abdallo llega con terribles noticias: Abigaille reina y los
israelitas han sido condenados al exterminio colectivo por Nabucco, quien se
proclama dios. Un rayo celestial lo derriba y pierde la corona, de la que se
apodera Abigaille. Ésta recoge la corona del suelo y se la pone. Ahora manda
ella.
La profecía
El Gran Sacerdote de Baal acude a Abigaille para que firme la muerte de
Arabella y los israelitas. La reina finge rechazo; en ese momento entra Nabucco
y ella le hace firmar las sentencias de muerte. Luego, ordena que encarcelen a
Nabucco, a pesar de las súplicas de éste, que trata de evitar que maten a
Fenena.
Junto al Eufrates, los israelitas trabajan como esclavos mientras esperan la
muerte. Es el momento del célebre coro
Va, pensiero.
Zaccaria conforta a su pueblo y trata de que haga algo excelente: creer en su
futuro.
El ídolo roto
Nabucco despierta de un prolongado letargo. Ve pasar a Fenena hacia su
ejecución y se da cuenta de su situación como preso. Pide perdón al Dios de
Judá y se convierte a su fe (enorme disparate del libretista). Confortado por
esta acción, se dispone a romper el dominio de su hija e ir a luchar. Su fiel
Abdallo le trae la espada y un grupo de hombres que le son fieles, y el rey
babilonio sale a la palestra.
Fenena es llevada al suplicio con los judíos. Zaccaria la conforta. De
pronto Nabucco y sus soldados los salvan de la ejecución. Nabucco ordena que
destruyan la imagen del dios Baal, pero el ídolo estalla por sí solo.
Abigaille entra, moribunda; se ha envenenado y sólo pide ser perdonada por
su hermana y por su padre. Muere invocando al Dios de Israel.